Cuando aborda su automóvil voltea la vista, mirando con desdén o ¿Acaso miedo? en su alrededor, los falsos aduladores lo apresuran y dicen en voz baja "Uff, ya está" y el vehículo emprende con rapidez su huida, en el camino va dejando, cadáveres salpicados de lodo, porquería y miseria.
En su interior, un ser indolente y vacío, sin dignidad ni sentimientos aún a pesar que lo persiguen los fantasmas de corrupción, robos, asesinatos, etc.
Todos los horrores de una vida llena de vacíos, el flamante dirigente impuesto a un país, que alberga a millones de niños desnutridos y enfermos por falta de alimento, desnutridos de conocimientos científicos, de valores morales, nacionalistas, de un pueblo que el sistema lo indujo a un estado de coma, ayudado por los medios televisivos o escritos, un territorio rico en recursos naturales, al servicio de ellos y del mejor postor extranjero.
Al bajar de su automóvil, se dirige para abordar el avión que al país le costó miles de millones de pesos; a lo lejos lo veo levantar el vuelo y se pierde en la distancia, rogándole a todos los dioses que no regrese, él y todos los indignos que tienen así a mi pueblo!
En estos tiempos pre-bélicos, nuca perderé la fe y la esperanza aun en el último segundo de mi agonía.
Por: Gregorio APMR132
Aquí estoy presente, no tengo presidente.
Defiendo a mi pueblo y a la Constitución,
Asamblea Popular del Monumento a la Revolución.
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