16:37 ó 17:18
Sra. Malena: este corazón mío todo encendido, le ha escrito carta tras carta y si no he tenido el valor para enviárselas ha sido sólo por no hacerle ningún daño, así que perdóneme por atreverme a mandarle esta. Quiero que sepa que en el pueblo circulan muchos rumores, dicen cosas malas sobre usted, dicen que tiene un amante secreto, mas yo sé que eso no es verdad. Usted no tiene a nadie, después de su marido, el único hombre de su vida soy yo.
48:26 ó 51:22
Señora Malena: alguien que escribía mejor que yo dijo que el amor verdadero es aquel que no es correspondido, ahora entiendo por qué, hace mucho que no la veo salir de su casa, pero mientras más tiempo paso sin verla más la amo.
He escuchado que va a casarse con el abogado Centorbi. Puede que yo sea demasiado chico, como usted me llamó aquel día cuando pasó a mi lado, como siempre, usted sin fijarse en mí. Pero dígame, ¿Cómo va a vivir con un anciano gordo, casi calvo y tan feo que ninguna mujer lo ha querido como esposo?, lo llaman el animal, porque nunca se baña y dicen que apesta a cabra, ¿Cómo podrá su blanca, hermosa y suave piel rosar el asqueroso cuerpo y sudor de un viejo que para todo pide permiso a la desgraciada de su madre?... Señora, ¿Es verdad que se va a casar?
1:16:32 ó 1:20
Estimado Sr. Scordía: lamento no tener el valor de presentarme cara a cara, pero no encuentro otro modo de hacerle saber la verdad que sólo yo sé sobre su esposa. No se moleste si nadie quiere hablar con usted sobre ella, es mejor así, las cosas que se dicen por ahí no son otra cosa que maldades. Pero créame, la señora Maléna le fue eternamente fiel, sólo le ha amado a usted, esa es la única verdad. Después pasaron muchas cosas, es cierto, pero recuerde que usted llevaba mucho tiempo muerto. La última vez que la vi, subía a un tren rumbo a Messina. Buena suerte. Debería firmar como "un amigo", así se usa en las cartas anónimas, pero mi nombre es Renato.
1:22:50 ó 1:26:23
Pedaleé como si escapara, y en realidad eso es lo que hacía... de ella, de las emociones, de los sueños, de los recuerdos, de todo, creía que tenía que olvidar, que con los años y el tiempo la tenía que olvidar. El tiempo ha pasado y he pasado mi vida banalmente, he conocido a tantas mujeres y siempre me han dicho: "acuérdate de mí", pero al día de hoy a la única que no he conseguido olvidar es a aquella que nunca me lo pidió: Maléna.
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