A la izquierda un rescatista de playmobil ayuda a una señora a escapar para que se protejan ella y su bebé del robot azul al cual le ha dado por visitar otros mundos y la verdad es que los playmobil están hechos un lío, pues no saben cual es el plan de este “pequeño amigo”. Arriba de una casa que está alado de un enorme edificio (Ok, son cajas de zapatos) un integrante del equipo de protección a la ciudadanía se encuentra analizando opciones, podría tranquilizar disparando al que combina con el cielo pero ¿Y si lo hace mal? ¡Pufff! El padre del pequeño que trae la cámara (el piensa que su padre es un héroe) podría salir accidentado :(, este señor de gorra amarilla pretende ayudar al piloto mientras su esposa grita desesperada que baje de ahí y deje el trabajo en manos de los expertos, la verdad que en situaciones así no hay expertos. Un hombre con megáfono intentó discutir para llegar a un acuerdo, pero eso no ayudó mucho pues Rodney Copperbottom habla inglés, al parecer no entiende ni una sola palabra de lo que le gritan.
Pero no se asusten por lo que he escuchado aún quedan cosas por hacer, justo en el instante en el que tomé la foto una pequeña niña intentaba comunicarse utilizando uno de los pocos lenguajes universales “flores”. ¡Nooooo! Falta que como a mí a este robot no le gusten las flores y haga más desastres pero por el bien de todos yo espero que sí.
La verdad no supe como terminó la historia, yo abandoné el lugar en cuanto mi madre entró por la puerta.
Una historia genial, me dibujo una sonrisa de esas que no pueden faltar las tardes de domingo. =)
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